El cambio climático representa una preocupación ambiental global que impacta a la humanidad en su totalidad. El Acuerdo de París de 2015 constituye un hito significativo a nivel mundial, comprometiendo a los países firmantes a adoptar medidas para combatir el cambio climático, intensificar sus esfuerzos y realizar las inversiones necesarias para alcanzar un futuro sostenible.
Uno de los objetivos primordiales de este acuerdo es limitar el aumento de la temperatura global a menos de dos grados centígrados, lo cual implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principal causa del calentamiento global desde el siglo XIX, impulsadas principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, entre los que destacan el carbón, el petróleo y el gas.
En respuesta a esta problemática ambiental, el hidrógeno emerge como una solución de interés tanto a nivel nacional como internacional, toda vez que es considerado un elemento crucial en la transición energética. Su atractivo radica no solo en ser el elemento más abundante y sencillo de la tabla periódica, sino también en su capacidad para almacenar y transportar energía de manera versátil, así como en su uso sin emisiones directas de gases de efecto invernadero ni contaminantes, lo que lo convierte en un aliado clave en la descarbonización.
La clasificación del hidrógeno según su fuente energética de producción incluye:
- Hidrógeno gris: Es producido con combustible fósiles (gas natural y carbón).
- Hidrógeno Azul: Es producido a partir de combustibles fósiles, especialmente por la descomposición del metano (CH4) y que cuenta con un sistema de captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS), como parte de su proceso de producción y se considera FNCE[1]. Este tipo es incluido dentro de las Fuentes No Convencionales de Energía (FNCE).
- Hidrógeno verde: Es producido a partir de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER), tales como la biomasa, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, la eólica, el calor geotérmico, la solar, los mareomotriz, entre otros.[2]
Tanto el sector público como el privado a nivel mundial han incrementado su unión y su interés en el hidrógeno, motivados por los beneficios ambientales y los incentivos ofrecidos por diversas naciones a quienes implementen medidas o proyectos para cuidar al planeta.
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[1] Numeral 24, Artículo 5, Ley 2099 de 2021-Tránsito energético.
[1] Numeral 23, Artículo 5, Ley 2099 de 2021-Tránsito energético.
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La Comisión Europea, por ejemplo, planea invertir entre 180 y 450 billones de euros en investigación, desarrollo tecnológico e incentivos para la instalación de plantas de generación de hidrógeno verde.[3]
En esta misma línea, Alemania programa un apoyo público de 9 billones de euros, donde 2 billones los destina a acuerdos internacionales. Japón y Corea del Sur proyectan destinar 19 y 2,4 billones de dólares respectivamente para la financiación de proyectos relacionados con la economía del hidrógeno verde.[4]
A nivel del sector privado, a febrero de 2021, se habían anunciado mundialmente alrededor de 228 proyectos relacionados con hidrógeno en toda su cadena de valor.
Ahora bien, a nivel nacional, Colombia cuenta con un ecosistema privilegiado, rico en recursos naturales que abarcan las necesidades energéticas actuales, lo que posibilita un futuro prometedor en cuanto a la producción de hidrógeno de bajas emisiones. Además, por su posición geográfica y su infraestructura, Colombia puede convertirse en un centro logístico estratégico para el comercio de hidrógeno hacia países vecinos, tanto por vía marítima como terrestre.
El país también cuenta con un sector empresarial innovador y una academia comprometida en la investigación y desarrollo de tecnologías clave en la cadena de valor del hidrógeno. La creación de la Asociación Colombiana del Hidrógeno refleja el interés del sector privado en promover el desarrollo de la industria del hidrógeno a nivel nacional.
El Gobierno colombiano, consciente de los recursos disponibles y el potencial del país en este ámbito, ha incluido al hidrógeno de bajas emisiones (hidrógeno verde e hidrógeno azul) en la Ley de Transición Energética 2099 de 2021, la cual modifica a la Ley 1715 de 2015 “energías renovables no convencionales al Sistema Energético Nacional”. Esta legislación no solo define estos tipos de hidrógeno, sino que también establece beneficios e incentivos económicos para las empresas que desarrollen proyectos relacionados con la protección del medio ambiente, como lo son[5]:
- Deducción de renta del 50% del valor del proyecto hasta por 15 años.
- Exclusión de IVA en compra de equipos, elementos, maquinaria o servicios.
- Excepción de arancel en importación de equipos.
- Depreciación acelerada de equipos, maquinaria y obras civiles.
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[1] Hoja de Ruta del Hidrógeno en Colombia.
[1] Hoja de Ruta del Hidrógeno en Colombia.
[1] Ley 1715 de 2015.
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Estos incentivos demuestran el compromiso de Colombia con la protección del medio ambiente y su aspiración de convertirse en un líder en los futuros mercados de este sector energético emergente.
En el informe de proyectos de Hidrógeno Colombia de 2023, se destaca que Colombia fue uno de los primeros países de Latinoamérica en publicar su estrategia de hidrógeno, priorizando la producción de hidrógeno de bajas emisiones. Actualmente, se producen anualmente 155.000 toneladas de hidrógeno en el país, utilizado principalmente en refinerías (84%), producción (12%) y otros usos (4%).
Según el mismo informe, a nivel nacional se están desarrollando 28 proyectos de hidrógeno, con aplicaciones principales en el transporte de carga pesada, la producción de amoniaco, el metanol y las refinerías.
Un ejemplo de los proyectos que se esta llevando a cabo es el liderado por Ecopetrol, Promigas, EPM, la Universidad de Antioquia y la Universidad de la Guajira para la producción de hidrógeno verde.
Podemos concluir que Colombia se encuentra bien posicionada para convertirse en líder en la producción de hidrógeno verde. Aunque actualmente no se está produciendo hidrógeno puro, la meta es comenzar a producir hidrógeno verde para el año 2030. Además, con los proyectos que se están desarrollando en el país, tanto a gran escala como a pequeña escala, el sector privado muestra un gran interés en trabajar en este campo.
Sin embargo, dado que es un sector emergente que requiere inversiones significativas, es crucial buscar alianzas con otras naciones para obtener recursos económicos y posicionarse en el comercio exterior.
Al ser un sector nuevo, va a pasos lentos, pero llamando la atención desde ya y siendo visionarios para las futuras negociaciones a nivel internacional, sin dejar a un lado el foco principal que es la protección del medio ambiente.
Fanny Mendoza
Abogada
facuna@blancodecastro.com
BIBLIOGRAFÍA:
- Ley 1715 de 2014, “Por medio de la cual se regula la integración de las energías renovables no convencionales al Sistema Energético Nacional”
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1715_2014.html
- LEY 2099 DE 2021 “Por medio de la cual se dictan disposiciones para la transición energética, la dinamización del mercado energético, la reactivación económica del país y se dictan otras disposiciones”
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_2099_2021.html
- Colombia otorga 4 beneficios tributarios específicos a los proyectos en toda la cadena de valor del Hidrógeno, H2 News.
- ¿Qué es el hidrógeno?, Asociación hidrógeno Colombia.
https://www.hidrogenocolombia.com/hidrogeno/
- Hoja de ruta de hidrógeno en Colombia
https://www.hidrogenocolombia.com/wp-content/uploads/2023/10/Hoja-Ruta-Hidrogeno-Colombia_2810.pdf
- Reporte de proyectos 2023
https://www.hidrogenocolombia.com/wp-content/uploads/2023/10/H2Col-Reporte-de-proyectos.pdf